3 Tarjetas descargables que ponen a tu alcance un variado surtido de ejercicios y prácticas para ayudarte a desarrollar la habilidad de elegir hacía donde dirigir tu atención, colaborando con tu autocuidado y bienestar.
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Uno de los fenómenos a los que nos enfrentamos día a día es la sobrecarga de información. El mundo moderno y tecnológico en el que vivimos nos permite una conexión continua a todo lo que está sucediendo en todas partes cercanas y remotas. Aunque esto muchas veces es útil, cuando además tomamos en cuenta los estímulos, las prisas y los estreses diarios a los que nos enfrentamos incluso fuera de la tecnología, acabamos con un caos de cosas demandando a gritos nuestra atención, y no siempre contamos con las herramientas para desenmarañarlo.
Cuando permitimos que la mayoría de nuestra atención sea controlada por el entorno, perdemos agencia e intencionalidad sobre nuestra propia vida, y esto no solo tiene repercusiones en nuestro estado de ánimo, sino también en nuestra energía y hasta en nuestra salud.
Como seres humanos estamos constantemente respondiendo ante las demandas de la vida y el entorno, y responder a este bombardeo de estímulos no es la excepción.
En los intentos de MapEAr algunas de las diferentes formas en las que respondemos, tal vez encuentres resonancia con alguna de estas cinco. Estas formas de responder, aunque muchas veces funcionan, también pueden convertirse fácilmente en amenazas para el bienestar personal y colectivo, si no nos hacemos conscientes de ellas.
Reactividad emocional
Formas impulsivas, desproporcionadas y duraderas de responder con enojo,
irritabilidad o molestia ante estímulos y situaciones.
Esta forma de responder puede ser útil cuando necesitamos marcar limites claros. Expresar nuestro enojo es necesario y es una forma natural y saludable de responder a una agresión o a una invasión.
Sin embargo, puede convertirse en una amenaza cuando la reacción es mucho mayor a la agresión, cuando tiene tiempo que la agresión ocurrió y seguimos reaccionando a ella como si acabara de pasar, o cuando nos lleva a ofender o lastimar a otras personas y a tener conflictos recurrentes.
Piloto automático
Formas de navegar por los momentos y las actividades del día sin tomar acciones intencionales, prestar atención o hacerse consciente de las situaciones o las personas.
Esta forma de responder puede ser útil porque nos ayuda a ser ágiles. Nuestra mente y cuerpo están constantemente buscando las maneras más eficientes para llevar a cabo las tareas usando la menor energía posible.
Sin embargo, esto puede convertirse en una amenaza cuando el tiempo que pasamos en piloto automático es mucho mayor al tiempo que pasamos siendo conscientes e intencionales sobre nuestras acciones. También cuando nos lleva a tomar decisiones impulsivas o dañinas para nuestra salud, o cuando nos lleva a no prestar atención a las personas y situaciones que nos rodean.
Sinsentido
Formas de estar en el día a día con desinterés, desgano, falta de propósito y desconexión.
Esta forma de responder puede ser útil porque nos permite ignorar las cosas que no nos interesan, y también nos puede ayudar a no engancharnos demasiado con las situaciones.
Sin embargo, esto puede convertirse en una amenaza si se vuelve la principal manera de estar en el mundo, o no nos resulta fácil salir de ella. Quedarnos siempre en el sinsentido puede obstaculizar el generar conexiones significativas con las cosas que estamos haciendo y las personas a nuestro alrededor, dejándonos sin energía ni ganas para continuar.
Pensamientos recurrentes
Formas de pensar en las que un único pensamiento se hace bucle en la mente y no deja espacio para otros pensamientos.
Esta forma de responder puede ser útil porque el tener un pensamiento que se repite puede estar haciéndonos evidente lo que nos es importante y a lo que le tenemos que poner atención.
Sin embargo, esto puede convertirse en una amenaza cuando pensar en ese único pensamiento no nos deja espacio para poner atención a las cosas que están pasando en el momento presente y que también necesitan nuestra atención. Esto puede ser una fuente de ansiedad especialmente cuando no podemos hacer nada para solucionar o cambiar la cosa sobre la que estamos pensando, pues es algo que ya pasó y ha terminado, o ni siquiera ha ocurrido
Predisposición mental
Formas de visualizar el futuro suponiendo que sabemos exactamente lo que va a pasar.
Esta forma de responder puede ser útil porque nos permite ver y evaluar riesgos con anticipación, para así poder tomar las mejores decisiones. Nuestra mente está diseñada para siempre tomar en cuenta las amenazas y riesgos de situaciones que ya ha vivido y puede predecir, pues es una manera de contribuir a nuestra supervivencia.
Sin embargo, esto puede convertirse en una amenaza cuando solo ver los riesgos y las cosas que podrían salir mal nos impide tomar acción sobre algo, o nos opaca todas las otras posibilidades y resultados. También nos afecta cuando reaccionamos de maneras conflictivas con las personas a nuestro alrededor por solo prever los resultados negativos de las situaciones.
Así es como colaboran las P.A.C.s
La cuidadosamente clasificada antología de prácticas y ejercicios que encontrarás en las P.A.C.s busca ayudarte precisamente a desarrollar la habilidad de recuperar las riendas de tu atención para ser tú quien decide hacia dónde dirigirla y no el entorno y sus exigencias.
En la inmediatez, estás tarjetas buscan ofrecerte un antídoto para cuando las formas en las que respondemos ante la complejidad amenazan nuestra posibilidad de vivir bien.
En el largo plazo y con constancia, también pueden ayudarte a integrar el hábito de escoger hacía donde dirigir tu atención para responder de maneras más creativas e intencionales en tu vida.
Y para el cuidado colectivo, las P.A.C.s ofrecen a los grupos opciones para sintonizar la atención de las personas presentes antes de realizar actividades, tener reuniones o tomar decisiones importantes.
Así están siendo las P.A.C.s
Tarjetas descargables e imprimibles, acompañadas de audios, videos y diagramas que te guían paso a paso para que puedas realizar diferentes ejercicios y prácticas. Las tarjetas están clasificadas en 5 categorías, cada categoría corresponde a un aspecto diferente del cuerpo y las prácticas o ejercicios que en ellas encuentras, buscan atender a ese aspecto específicamente. Las 5 categorías son: cuerpo físico, mental, energético, emocional, y de dicha.
Estas tarjetas buscan ser un material didáctico para que cualquier persona pueda seguir o guiar las diferentes prácticas y ejercicios.
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